El desplome del turismo arruina al patrimonio cultural español

El desplome del turismo arruina al patrimonio cultural español El desplome del turismo arruina al patrimonio cultural español

«Viene un año difícil. No sé cómo vamos a cuadrar las cuentas. Tendremos que poner una vela a San Rafael». El Arcángel San Rafael es el patrón de Córdoba, la ciudad que ha encontrado en la Mezquita-Catedral una de sus principales fuentes de riqueza. En 2018, sólo la taquilla de la Mezquita ingresó 15.1 millones de euros, el 91,5% de su presupuesto. «Hace 20 años, más o menos, que no recibimos dinero de la Administración», explican desde el Obispado de Córdoba. Sus entradas cuestan 10 euros y nunca hay aglomeraciones desagradables.

Ahora, tras dos meses y 10 días de estado de alarma y con el desplome del turismo como una de las consecuencias más graves de la pandemia, los problemas llegan a la gestión del patrimonio. ¿Cómo pagar el mantenimiento de monumentos como la Mezquita si no hay turistas? Según la memoria anual del obispado, conservar el edificio y sus tesoros costó casi 5,3 millones de euros. «Hasta ahora, los medios eran suficientes para hacer un trabajo muy completo. Hay un equipo de conservación que está permanentemente emprendiendo reparaciones.Y luego hay proyectos de restauración concretos que llevan años y que son muy prolijos. Dependiendo del estado de ese proyecto, el presupuesto en conservación oscila entre el 30 y el 40% del gasto total».

Por toda España hay casos parecidos. En Granada, la Alhambra hizo 30 millones en taquilla en 2019, lo que le permitió cubrir el 93% de sus costes. Sus entradas cuestan 14 euros.En Sevilla, la Catedral ingresó 15,5 millones gracias a sus visitantes, el 99% de su presupuesto. Sus gastos en conservación son de 4,7 millones. No hay transferencias del Estado en ninguno de los dos monumentos. En Extremadura, el conjunto arqueológico de Mérida recibió el 74% de su presupuesto de la venta de entradas. El resto, viene de la Junta de Extremadura. En los monumentos de Patrimonio Nacional, ese porcentaje baja al 20%. La excepción es la Catedral de Santiago, que es lugar de peregrinación y, por tanto, no cobra entrada (sí lo hace su museo). Las administraciones pagan en este momento su restauración, que debe concluir antes del jubileo de 2021.