Por: Luis Cebrian


El Puyazo, 19 de Junio

El Puyazo, 19 de Junio El Puyazo, 19 de Junio

¡Qué felicidad, ¡qué alegría! ¡qué ilusión!

Llega el verano y, además, estamos a las puertas del fin del estado de alarma, a punto de adentrarnos en aquello que han dado en llamar nueva normalidad, o nueva realidad, o...  ya ni se sabe. Cambian tan a menudo...

Yo propongo, ya que no les gusta denominarlo nuevo orden, que lo llamen nueva anormalidad, porque esta realidad va a ser cualquier cosa menos normal, o incluso mejor, nueva sub normalidad, por aquello de que es normalidad, pero menos, vamos, por debajo de la normalidad en cuanto a derechos y libertados civiles.

No menos de 1,5 metros de distancia. Uso obligatorio de la mascarilla, incluso si ello implica el sentir un cierto agobio. Viajar, sí, pero depende de que a un gobierno autónomo le dé la gana, o no, o quizás.

Manipulación por medio de campañas televisivas, criminalización de actividades hasta muy hace poco legales, señalamiento, amenazas e incluso multas...

¿Como se puede hablar de normalidad cuando nuestras vidas a partir de ahora son cualquier cosa menos normales?

Ah claro, que hay que protegerse del bicho, que hemos de ser solidarios, pensar en los demás...

Y hasta cierto punto, estoy de acuerdo, pero que se deje de hablar de normalidad, porque normal, lo que se dice normal, quedan pocas cosas.

¡Qué felicidad, ¡qué alegría! ¡qué ilusión!